top of page

Testimonio de sobrevivientes

Leer siguiente

Los terroristas se movían libremente por entre las casas, dispararon sin parar a nuestra casa

Dor B.'s story

Los terroristas andaban al acecho buscando a quién matar

También yo estaba allí. Yo también pasé por los horrores que miles de jóvenes experimentaron. También a mí me pasó que de repente me alcanzaron disparos provenientes de quién sabe dónde. Todo lo que pude ver fue gente corriendo por todas partes, tratando de esconderse y escapar lo más rápido posible.


Primero reconocí disparos de rifles, todo el mundo corría sin entender lo que estaba pasando. Se perdió la conexión con Dolev mi hermano menor y sin él, era como tantear en la oscuridad. Me sentí tremendamente débil y, sin embargo, sentí que debía proteger mi vida a toda costa. Dos amigos y yo nos metimos en el coche sin saber qué hacer, cuando de repente un auto a gran velocidad nos chocó a nosotros y a otros tres. Salí para averiguar qué había pasado. Descubrí que la conductora tenía un disparo en la pierna. Algunos de nosotros cuidamos de ella; no sé cómo, yo mismo le hice un torniquete en la pierna en medio del tiroteo. Después logramos cargarla en una ambulancia para que la evacuaran.



Luego intenté encontrar nuevamente a mis amigos, pero no pude por los disparos constantes. Así que ahí estaba yo, completamente solo, sin mi amigo ni mi hermano, sin saber nada acerca de cómo estaban, dónde estaban. Yo me encontraba aún en la zona del Festival, escondiéndome bajo los coches y moviéndome constantemente porque los terroristas buscaban todo el tiempo a quien dispararle. Pude verlos pero por suerte ellos no me vieron a mí.


"Pude verlos pero por suerte ellos no me vieron a mí."

A unos metros cerca mío divisé un gran grupo de personas corriendo en mi dirección y me uní a correr con ellos. Mientras corríamos, las balas silbaban junto a nuestras cabezas. A algunos los alcanzaron y los derribaron. En esa situación no estás seguro de qué hacer; solo sigues corriendo como loco. Después de un rato unos siete de nosotros nos escondimos entre las ramas bajas de una mata silvestre durante algo como ocho o nueve horas. Sin agua, con poca batería en nuestros teléfonos y completamente solos. No podíamos contar con nadie excepto con nosotros mismos.




Después de mucho tiempo, escuchamos hablar hebreo cerca nuestro. Eran soldados israelíes. Estábamos eufóricos pero aterrorizados porque continuaba el tiroteo. Los soldados pidieron a los hombres que se quitaran las camisetas y a todos nosotros que camináramos con las manos en alto, para evitar que nuestro ejército nos dispare por error.


Nos rescataron en los alrededores del Festival; aquel lugar en el que sucedieron las cosas más atroces que jamás haya presenciado. Los soldados nos ubicaron detrás de un tanque que había sido atacado pero no entramos en pánico porque teníamos al ejército protegiéndonos. Pasadas unas horas, vehículos blindados militares nos llevaron a un lugar seguro. Mientras nos dirigíamos hacia allá vimos y volvimos a ver imágenes terroríficas que prefiero no describir. Es mejor que ni siquiera intenten imaginarlo.


Después de mucho tiempo sin estar seguro de si saldría de allí con vida o no, me encontré con dos de mis amigos. Estábamos emocionados de haber salido del peligro, pero aún destrozados por la angustia que nos dominaba por todo lo que habíamos visto. Nos preocupaban amigos aún no rescatados. Afortunadamente, después de un tiempo también ellos se salvaron.



Cómo quisiera decir a las familias de las personas desaparecidas: ¡no pierdan la esperanza ni por un segundo! ¡Tenemos un ejército fuerte! ¡Tenemos a Dios que siempre está con nosotros y nos cuida, incluso en tiempos difíciles! Quisiera agradecer al ejército israelí y a otras fuerzas de seguridad, ¡porque sin ellos no estaría vivo! También agradezco a Dios por protegerme todo el tiempo. ¡Ojalá tengamos en adelante días mejores!, es hora de aniquilar el peligro que esos terroristas representan.


¡AM ISRAEL JAI! ¡Israel vive y pervivirá por siempre!



Dor B.

bottom of page