06:25.
Ya es de mañana, sale el sol, música, amor, buenas energías, sonrisas y gente hermosa bailando, celebrando sus vidas y emanando amor por el solo hecho de amar. Por fin pude ver a esos amigos míos que tanto extrañaba mientras, a la vez, iba conociendo personas maravillosas.
06:30.
Misiles.
Del paraíso al infierno.
Pero son solamente misiles, ya estamos acostumbrados a eso… No éramos conscientes de que estábamos literalmente rodeados por todos lados. En ese momento yo estaba desconectada del mundo y no tenía ni idea de lo que estaba pasando.
Unos cuarenta minutos después, los policías exigen que evacuemos inmediatamente el lugar. Llegamos hasta los autos y tratamos de salir volando de ahí. Al principio quisimos ir a resguardarnos bajo un puente, no sabíamos qué hacer, pero algo nos iluminó y decidimos meternos en el auto y arrancar. ¿A dónde? Lo importante es escapar, salir de ahí sea como sea.
Empezamos a escuchar tiros.
"Lo importante es escapar, salir de ahí sea como sea."
Miramos hacia atrás y lo que vemos es un verdadero campo de batalla. Veo a mis amigos, a mis hermanos y hermanas con los que hace un segundo disfrutábamos juntos, ahora muertos de miedo, huyendo desesperadamente entre las balas, desplomándose.
Entretanto, logramos meter en el auto a dos chicas desconocidas y nuestro amigo nos dijo que bajáramos la cabeza y, de nuevo, nos adentramos en el caos y tratamos de escapar del campo. Luego de unos cuantos minutos dando vueltas, vemos una ruta asfaltada y logramos salir de ahí por milagro.
08:53.
Gracias a Dios llegamos asustados al kibutz Tzehelim. Desconcertados, sin poder asimilar lo ocurrido, comprendemos que nos salvamos por milagro y nos abrazamos entre nosotros.
Quiero agradecer a los miembros del kibbutz que se preocuparon por darnos de comer, de prepararnos café, de proveernos de baterías para cargar nuestros celulares, de cigarrillos y hasta de colchones.
Lamento tanto no haber metido aún más gente en el auto. Se me parte el corazón por aquellos que ya no están con nosotros; que solamente querían celebrar el hecho de estar vivos. ¿Quién pudo pensar que esto iba a terminar como terminó?
En segundos, la percepción de la vida cambia.
Ruego para que todos los desaparecidos y nuestros seres queridos regresen sanos y salvos y que esta pesadilla termine de una vez por todas.
Los amo a todos, deseo que solo recibamos buenas noticias, amén.
Omer U.