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Testimonio de sobrevivientes

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Y allí estamos nosotros, los terroristas y Dios

Einat S.'s story

De repente, me di cuenta que lo que oia era el disparo de una ametralladora

No soy una persona que postea. Tenía muchas dudas sobre publicar aquí, pero finalmente decidí hacerlo.

Vivo en Ein HaBesor junto con mis hijos.

Uno de ellos sirve actualmente en el Ejercito Israeli en la unidad de paracaidistas. Vivo con mi hermana, su marido y su hijo.

El sábado 7 de octubre por la mañana, mi perro me despertó alrededor de las 6:30 horas.

No entendía con claridad lo que estaba sucediendo afuera.

Salí y vi el cielo oscuro. Escuché explosiones sin cesar.

Entre los sonidos identifiqué diferentes voces. De repente, me di cuenta que lo que oia era el disparo de una ametralladora. Llamé a mi cuñado y le dije que estaba escuchando disparos.


Rápidamente, nos trasladamos a su casa con nuestros perros y en medio de una sirena que representa "Código Rojo".

Corrimos al refugio y al cabo de un minuto salimos.

Mi cuñado y el equipo de emergencia de la comunidad lucharon con valentía. Algunos de ellos resultaron heridos. Los terroristas les dispararon con ametralladoras y lanzagranadas. Lucharon contra ellos con pistolas. Lograron cerrar la puerta del pueblo y repeler a los monstruos.


Al mismo tiempo, yo estaba en el refugio con mis hijos y los hijos de mi hermana, sosteniendo un cuchillo y planeando cómo reaccionaría en caso que los terroristas lograran entrar. Es difícil transmitir la sensación de miedo que sentía. En aquel momento intente proyectar fuerza para brindarle seguridad a los niños.



"Ahora estoy empezando a digerir y comprender la cantidad de amigos, vecinos y familiares que fueron asesinados."


El domingo logramos evacuar a los niños. El lunes logré salir con los perros y llegué a Herzliya. Mi querido socio y su familia me proporcionaron una casa vacía. Los amigos vinieron a limpiar y ayudar. No hay palabras. Entonces, la gente de Herzliya y otros empezaron a donar y ayudar. Mi corazón está a punto de estallar. Ahora estoy empezando a digerir y comprender la cantidad de amigos, vecinos y familiares que fueron asesinados. Anoche tuve pesadillas por primera vez.

Estoy lleno de dolor, ira y gratitud. Ahora estoy preocupado por mi hijo soldado. Es difícil para mí decir que salimos victoriosos porque perdimos mucho, así que rezo para que Dios nos fortalezca.


Einat S.

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