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Testimonio de sobrevivientes

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Nuestros amigos se desplomaron ante nuestros ojos, en nuestros propios brazos

Raz C.'s story

Al final, como parte de un gran y visible milagro, tuvimos un buen final

Entonces, ¿qué sucedió ahí?

A las 6:00 de la mañana, la fiesta estaba en su mejor momento y, de repente, empezamos a escuchar sirenas. Imagínense a 3000 personas tratando de escapar de ahí, así que decidimos no irnos de inmediato.

Toda la ruta estaba llena de vehículos y el tráfico totalmente estancado. En ese momento recibí un mensaje de emergencia que informaba sobre la infiltración de terroristas en territorio Israelí.

No pasó ni un minuto y comenzaron los disparos en la carretera. Todos los que estaban conduciendo se encontraron de pronto bajo fuego masivo. Decenas de asistentes a la fiesta fueron asesinados en la carretera.

Yo, junto con Yam y Shoham, corrimos a escondernos debajo del escenario y dimos refugio a personas que intentaban alejarse de la carretera. Les pedimos a todos que se mantuvieran en silencio para que nadie nos escuchara ahí.


Raz C. A survivor of the Supernova festival

Después de unos minutos, durante los cuales escuchábamos disparos relativamente lejos de nosotros y veíamos a la gente correr y gritar, uno de los chicos que estaba con nosotros notó que los terroristas se estaban acercando y nos gritó que teníamos que escapar de ahí. Corrimos hacia el campo abierto donde también había terroristas disparando. Éramos como 200 personas corriendo y nos disparaban como si estuvieran cazando patos. Algunos fueron alcanzados por los disparos y cayeron, otros siguieron corriendo. No teníamos elección, teníamos que pensar como salvarnos rápidamente. Bajamos al valle del río Habesor, nos escondimos entre los arbustos y ahí esperamos durante seis horas hasta que llegó el rescate.


Seis horas pasamos allí, con misiles volando sobre nosotros, terroristas a nuestro alrededor disparando y matando a otras personas de la fiesta, oíamos gritos de desesperación, voces… (mejor no entrar en detalles). Luego comenzó el tiroteo entre los terroristas y los soldados del ejército que llegaron, las balas silbaban sobre nuestras cabezas, ni el ejército ni los terroristas sabían que nosotros estábamos allí abajo, en el cauce seco del río. Estábamos atrapados en medio del intercambio de fuego, con balas volando sobre nuestras cabezas, dentro de un arbusto maloliente, susurrando y tratando de pedir ayuda. Lo único en lo que podía pensar era "¿cuánto tiempo se necesita para recorrer 800 metros con un auto y sacarnos de aquí?" Al parecer la respuesta es seis horas, pero ya no importa.


Al final, como parte de un gran y visible milagro, tuvimos un buen final.


Me uno al dolor de todas las familias y parejas que perdieron a sus seres queridos.

Raz C.

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